La perspectiva de la complejidad: nuevas herramientas para la comprensión de la realidad
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Resumen
El propósito primordial de este trabajo es la descripción y comprensión de las dimensiones centrales del paradigma de la complejidad y su influencia en la aproximación a los problemas globales de la actual era planetaria. Las múltiples transformaciones que han tenido lugar en las últimas décadas han demandado la emergencia de nuevas perspectivas que den respuesta a los nuevos problemas globales. La cultura de consumo global y la hibridación tecnológica influyen en las prácticas de consumo, los estilos de vida y los valores predominantes de las actuales sociedades. Se han profundizado la disociación del ser humano con la naturaleza y el predominio de una racionalidad tecnocapitalista que garantiza la mirada simplificadora de la realidad. El paradigma de la simplificación que históricamente ha sustentado la desintegración de las realidades complejas ya se presenta insuficiente para la aprehensión de la complejidad desde una mirada global. La hiperespecialización disciplinaria como máxima expresión del paradigma clásico racionalista ha atomizado la realidad y ha establecido la supremacía de un saber fragmentado que ignora las relaciones entre las partes y las totalidades complejas. La educación ha perpetuado en términos generales la cultura de la fragmentación y la incorporación de habilidades socioprofesionales para la comprensión racionalista del mundo. La racionalidad moderna orienta a las personas de acuerdo a los parámetros mercantiles de la eficacia, el confort y la prosperidad material. Esta perspectiva utilitarista y antropocéntrica impacta en la forma de conocer y en las expectativas que tienen las personas en relación con los modos de vida. La cultura mundo ha creado una sociedad universal de consumidores y una forma de vida disciplinada por la hiperconectividad, el consumismo y la cultura del desecho. El desarrollo tecnológico y la persistente fascinación por el universo de las pantallas ha dado lugar a la figura del usuario cíborg como representante de la mutación civilizatoria de los últimos años. La cultura de consumo global ha promovido la mercantilización de todas las cosas, el consumo como marco vertebrador de la vida y la cultura del desecho como la muestra más notoria del daño realizado al planeta. La hiperconectividad y la cultura mundo hecha pantalla instala la idea del consumo como mediador de la verdadera vida. Partiendo de una profunda revisión bibliográfica y hemerográfica, esta indagación de carácter cualitativa expresa la centralidad del pensamiento complejo en la construcción de nuevos marcos referenciales que evidencien la formulación de nuevas aproximaciones paradigmáticas. En este contexto, la perspectiva del pensamiento complejo para la comprensión de la realidad es sumamente relevante para la superación de un conocimiento fragmentado que se ha mostrado insuficiente para explorar en las nuevas realidades globales. Por lo tanto, la epistemología de la complejidad es profundamente pertinente para una aproximación sistémica y compleja de la realidad. El reconocimiento de la trama de la vida como un sistema de relaciones interconectadas e interdependientes implica la reintroducción del sujeto cognoscente en el contexto de una realidad global y una nueva forma de conocer desde la perspectiva de la complejidad.
Palabras clave: pensamiento complejo; cultura de consumo global; paradigma de la simplificación; hiperconectividad